viernes, 30 de septiembre de 2011

Todo es amor



Voy entendiendo algunas cosas, otras no..
Como la vibración crea la materia... y como esta, a su vez, crea la realidad...
Esto de... a imagen y semejanza...
Al abrir la puerta y entender (sintiendo en todo el cuerpo) que cada uno es co-creador, cobra mayor sentido esta imagen y se semejanza, de la propia interioridad proyectada en uno mismo y en el mundo, formando hasta la imágen física de nuestro ser y la realidad más concreta y cotidiana que transitamos.
Todo vibra, todo es amor, en distintos grados de vibración, de consciencia, que se percibe de distintos modos y crea diferentes efectos, como los estados del agua.
¿Porque aprender la mística?
Porque es lo que sostiene TODO. Lo creado y lo no creado.
Porque es el orden que mantiene la existencia del todo, de lo verdadero, de lo intrínseco, de lo que no se puede nombrar y por convención se llama AMOR, DIOS, OM, AUM....
La mística es el maestro interno que despierta al conectar con la vibración del todo.
A través de la mística podemos ver con el ojo de la consciencia, los ojos físicos se vuelven meros objetos del mundo, y se puede percibir lo que a todo sostiene... y en ese om, aum, danzar siendo parte de la creación, de la existencia, de lo que perece para renacer, tal como el día sucede a la noche, tal como el árbol ofrece semillas, en un continuo devenir espiralado de eternos presentes.

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